lunes, 13 de agosto de 2012

La Eutanasia.


     La vida se puede concebir desde diversos enfoques. La noción más habitual es la vinculada a la biología, la cual la define como la capacidad de nacer, crecer, reproducirse y morir. En este sentido, la vida es aquello que distingue a hombres, animales y plantas, de los objetos como una roca o una mesa. En relación con el tema de la vida Margulis y Sagan (2010) consideran que con todos los adelantos de la tecnología moderna, no debería quedar duda alguna (como ocurría a comienzos del siglo pasado) de que la vida humana empieza con la unión del óvulo y el espermatozoide en el tercio externo de las trompas de Falopio de la madre, entonces para este autor la vida humana inicia desde el momento de la concepción. Otra interpretación del término vida, es la propuesta por Díaz (2007) la cual afirma que la vida está vinculada a la capacidad de un ser físico de administrar sus recursos internos para adaptarse a los cambios que se producen en su medio.


     Por su parte Freud (1921) consideró que la existencia humana transcurre en una constante lucha entre la vida y la muerte. El planteó desde la teoría  psicoanalítica que esa lucha se libra entre dos pulsiones; Eros considerada la pulsión de vida y  Tánatos la de muerte, Eros representaría un principio de cohesión consistente en crear unidades cada vez mayores y mantenerlas, Tánatos por el contrario, significaría disolver los conjuntos para de este modo destruir las “cosas”.


    Una vez abordadas las pulsiones planteadas por Freud relacionadas con los impulsos de vida y muerte, se enfocaran algunos conceptos relacionados con la muerte tenemos, que si es analizada según un punto de vista genérico, se puede puntualizar como la finalización de las actividades vitales de un organismo, en el caso particular de la realidad humana, la definición vigente del enfoque médico y legal alude a la cesación de toda actividad en el encéfalo, demandándose además que esta finalización sea completamente irreversible por otra parte, desde el punto de vista  científico la muerte se define como el término de la vida, es decir, la incapacidad del organismo de sostener la homeostasis, la principal característica de la muerte es su irreversibilidad, algunas corrientes afirman que es como dormir, otras que se trata de una transición a otro plano y que el sujeto reencarnará, como se puede apreciar la concepción de la muerte se relaciona estrechamente  con las creencias específicas de cada persona.

   
     Por su parte Garzón (1999), considera que las diversas creencias de religiones y culturas en su mayoría  parecen coincidir en la idea de que el hombre no debe retrasar ni acelerar el fallecimiento, y aunque pareciera haber aceptado este hecho como la fase que cierra el ciclo de la vida, no ha internalizado que es una etapa más de la misma. Por su parte la Dra. Elisabeth Kübler-Ross en su libro ("La muerte un amanecer"), expresa sus convicciones basadas en largos años de experiencias: "La muerte es sólo un paso más hacia una forma de vida en otra frecuencia, la experiencia de la muerte es casi idéntica a la del nacimiento solo que es un nacimiento en otra existencia, también considera que la muerte no es más que el abandono del cuerpo físico, es el paso a un nuevo estado de conciencia en el que se continúa experimentando, viendo, oyendo, comprendiendo, riendo y en el que se tiene la posibilidad de continuar creciendo".

 
     Con el transcurrir de los años el tema de la muerte, ha tenido un lugar destacado en la literatura, la religión y en la filosofía sin embargo continua siendo un gran misterio. Desde el inicio de la vida humana, las distintas civilizaciones parecen coincidir en la idea de que el hombre no debe retrasar ni acelerar el fallecimiento, pero con el paso del tiempo además enfocando la muerte como realidad inminente, este tema ha llevado a las sociedades a adoptar diferentes conductas y tomar decisiones relacionadas con el final de la vida, con la intención de disminuir o mitigar el dolor y la agonía que pudieran estar unidos al proceso del deceso del ser humano.


     En relación a lo expuesto con anterioridad, actualmente se considera que  el principal derecho que tiene todo ser humano es el de la vida, pero cuando esta se ve gravemente afectada por unas condiciones de salud lamentables, que llevan a quien las padece a verse en una situación de cuidados intensivos, de la cual no se sabe si saldrá, cabe preguntarse si se está cuidando la vida o prolongando la agonía que puede llevar a la muerte, al iniciarse este proceso surge la necesidad que el paciente, el médico  y los familiares tomen decisiones concernientes al final de la vida de esa persona, teniendo en cuenta su “bienestar” entre esas decisiones se encuentra la eutanasia, en relación a  la cual el  debate de licitud moral ha llegado a exacerbarse tanto en el siglo XX, que incluso se han creado muchas asociaciones que claman por el reconocimiento de un legítimo derecho a morir con dignidad. El movimiento para la legalización de estas prácticas comenzó en Inglaterra en 1935, con la creación de la Asociación por la Legislación de la eutanasia voluntaria.

    
    Por otra parte, la palabra eutanasia, proviene etimológicamente del griego eu que significa bien, y thanatos muerte, la Real Academia Española la define como: “la acción u omisión que, para evitar el sufrimiento a pacientes desahuciados, acelera su muerte con su consentimiento o sin él”.
     Desde una percepción jurídica la eutanasia podría ser considerada un delito por existir un hecho donde un sujeto activo (médico) realiza una acción voluntaria (suministro de una sustancia) a un sujeto pasivo (enfermo) causándole a éste último la muerte. Pero en esta situación existiría un atenuante, el móvil es un sentimiento humanitario: la piedad y el deseo de evitarle a esta persona el dolor y el sufrimiento que le genera el mal que padece. Por lo que muchos juristas lo consideran un homicidio piadoso.

     Según la Iglesia Católica  la eutanasia, es una grave ofensa a Dios, autor de la vida, en cuanto viola su ley así mismo considera que no es lícito matar a un paciente para no verle sufrir o no hacerle sufrir, aunque aquél lo pida. Ni el paciente, ni los médicos, ni los familiares tienen la facultad de decidir o provocar la muerte de una persona, no tienen derecho a la elección del lugar y del momento de la muerte, porque el hombre no tiene el poder absoluto sobre su persona, su vida y con mayor razón, sobre su muerte.

     Por su parte La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la eutanasia como aquella "acción del médico que provoca deliberadamente la muerte del paciente". Esta definición resalta la intención del acto médico, es decir, el querer provocar voluntariamente la muerte del otro según esta organización la eutanasia se puede realizar por acción directa: proporcionando una inyección letal al enfermo, o por acción indirecta: no proporcionando el soporte básico para la supervivencia del mismo, pero en ambos casos, la finalidad es la misma: acabar con una vida enferma.

     En Venezuela actualmente no existe ninguna ley vigente que apruebe la práctica de la eutanasia sin embargo un documento publicado en el portal electrónico de la Asamblea Nacional indica que se está discutiendo un proyecto de Código Penal que podría reconocer el  procedimiento de la eutanasia como derecho ciudadanos del paciente, en el borrador no se habla de eutanasia sino de “autonomía de voluntad”, estableciendo lo siguiente: “no será punible el médico quien, por voluntad expresa de una persona habilitada por la ley, sea requerido para poner fin a su vida, por procedimientos científicos, siempre y cuando: Conste por escrito de cualquier forma la expresión clara y libre de su voluntad, se trate de persona mayor de edad o emancipado, la persona solicitante presente una enfermedad terminal, incurable, en fase terminal constatada y ratificada en condiciones clínicas y la opinión manifestada por dos médicos ajenos a la relación médico-paciente, cuando la persona solicitante esté mentalmente incapacitada o se haya diagnosticado la muerte cerebral por metodología científica prevaleciente, se tomará como expresión de voluntad la otorgada por documento público ante la autoridad competente en oportunidad anterior al suceso que lo incapacite y en su defecto por los dos familiares más allegados”.

     Si se aprueba el nuevo marco legal, Venezuela se incorporará al club de los países que reconocen el derecho a la “buena muerte” en relación con esto una persona que padezca un cáncer terminal podrá pedir a los médicos ayuda para morir y ellos podrán atender esa petición, sin que eso conlleve alguna consecuencia legal, de acuerdo con el proyecto de Código Orgánico Penal que elaboró la Comisión de Política Interior de la Asamblea Nacional.

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